Historia
¿Qué harías pudieras matar a quien quisieras?
Los shinigami, dioses de la muerte, tienen por función la de matar a diario a las personas cuya vida se considera que ya ha de acabar, ya sea por edad, enfermedades, accidentes o al azar, puesto que les permite a ellos alargar las suyas. Para hacerlo, simplemente usan un cuaderno, la Death Note, en el que con tan sólo escribir el nombre de la persona en cuestión y visualizar su cara, ésta morirá irremediablemente.
Ryuk es un shinigami. Y esta vida rutinaria en su mundo le aburre enormemente. Así que un buen día se le ocurre una idea para superar este aburrimiento: dejar su Death Note en el mundo humano a ver qué pasa.
El destino quiere que un modélico estudiante de secundaria, Light Yagami, encuentre el cuaderno. Al abrir la extraña libreta, se encuentra con unas páginas en las que se describe su funcionamiento, con algunas acotaciones más acerca de la posibilidad de controlar la hora, causa y circunstancias de la muerte o precauciones que se deben tener.
Yagami no se toma muy en serio el cuaderno, pero aún así decide probarlo con un delincuente cuya fotografía y nombre publican por televisión. Como indicaba la Death Note, por el simple hecho de escribir su nombre sabiendo qué aspecto tenía, el delincuente muere de un ataque al corazón a los cuarenta segundos, procedimiento estándar si no se especifica más. Light no puede estar si no sorprendido, así que lo prueba una vez más. Y otra. Y otra más...
Al cabo de una semana, el shinigami Ryuk se presenta en casa de Light y le explica todo sobre la Death Note, añadiendo que deberá seguir a Light a todas partes y que él será el único capaz de verle. Y sorprendido se queda cuando descubre que la Death Note usada por un simple humano está llena de nombres: ¡Light ha asesinado a decenas de delincuentes en una semana! En ese momento, Light decide ser un nuevo dios y castigar con su propio martillo a todos aquellos criminales que se han dado a la fuga o que merecen morir. Ante la oleada de muertes, la policía queda tan saturada que han de recurrir a un detective extravagante de la misma edad que Light, llamado simplemente “L”, cuya sagacidad no tiene límite. Light, o “Kira” (de killer), como se le conoce a ese asesino misterioso, deberá esquivar a L, y L deberá atrapar a Kira a toda costa.
¿Un duelo de mentes entre la inteligencia criminal de Light y la perspicacia de L? ¿El proceso de locura psicópata de Light? ¿Existen más Death Notes en el mundo humano? Los constantes giros argumentales de Death Note nos conducen por estas preguntas y sus siempre sorprendentes desenlaces con cada nueva sospecha, asesinato o personaje que aparece en la serie.
Adelante, ábrela por la primera página y prepara el bolígrafo...